lunes, 10 de marzo de 2014

12 mitos sexuales masculinos

12 mitos sexuales  masculinos


Si bien tanto para hombres como mujeres hay mitos en torno a su sexualidad, en esta ocasión nos centraremos sólo en los que aluden a los hombres, sin que ello signifique que sean más importantes que los femenina, los cuales merecen un artículo propio.






1. La masturbación 
A lo largo de incontables décadas se han extendido conceptos como que la masturbación puede generar infertilidad, disfunción eréctil, acné, ceguera, sordera, mongolismo, locura, epilepsia, crecimiento de vello en las palmas de las manos, “hunde” los ojos y les quita brillo, etc..., es todo mentira.
Lo cierto es que muchos sexólogos coinciden en señalar que la represión a la que es sometido el que se masturba generará dificultades posteriores, tanto en su vida sexual como en otras funciones psíquicas. Por ejemplo, hacerlo a escondidas y con toda prisa es uno de los antecedentes de eyaculación precoz, entendiendo ésta como la incapacidad persistente para obtener y mantener la erección del órgano masculino que le permita tener relaciones sexuales satisfactorias. 
Ahora bien, debido a que en cada orgasmo el cuerpo libera endorfinas (hormonas que contribuyen a la relajación)comprobado científicamente la masturbación es aconsejable para reducir estrés y ansiedad, y como ayuda a conciliar el sueño. Además, brinda la oportunidad de conocer y apreciar el propio cuerpo, lo que permite mejor autocontrol ante el orgasmo.

2. Sólo un pene grande satisface a la muje

La más reciente encuesta sobre sexualidad que patrocina una firma de condones señala que sólo 10% de las mujeres da importancia al tamaño del miembro de su pareja, y que el porcentaje restante está convencido de que su satisfacción sexual no depende de ello; es más, el mismo estudio señala que 98% de las féminas opina que un pene mayor a 20 centímetros les asusta o impresiona.
En realidad muy pocos hombres se interesan en saber que la zona más sensible de la vagina se encuentra en los dos primeros centímetros de la entrada (vulva); de manera que un pene de apenas 6 centímetros puede pasar los 3 centímetros (en promedio) de los labios vulvares y llegar a los dos primeros del órgano femenino con toda comodidad; ahora bien, mediante rozamiento, un miembro viril más ancho estimula estos primeros centímetros. 
No debemos olvidar que la vagina está compuesta por tejidos musculares que se contraen al ser estimulada, y es capaz de presionar y adaptarse al tamaño promedio del pene; igualmente, el clítoris (que se considera el punto más sensible de los genitales femeninos), reacciona directamente al tacto, lo que hace que ellas gocen esta experiencia tanto como la misma penetración. 
Finalmente, para los interesados en el tema podemos decir que a nivel mundial el promedio del tamaño del pene en estado de flacidez es 8.85 centímetros y erecto 16.4, con diámetro de 4.1. 

3. La vasectomía reduce el apetito sexual 
Es falso considerar que durante la vasectomía se cortarán tejidos importantes en el funcionamiento del órgano viril, como algunos creen, y que ese es el primer paso para desarrollar disfunción eréctil, eyaculación precoz o algún tipo de cáncer, como el de próstata o testículos. 
Lo que debemos destacar es que la producción de espermatozoides no se suspende con la vasectomía, de forma que después de la intervención quirúrgica queda almacenada gran cantidad de esperma en las vesículas seminales, por lo que es necesario que la pareja se proteja con algún método anticonceptivo durante los siguientes 15 o 20 encuentros sexuales en los que el varón eyacule; después de éstos el riesgo se acaba. 


4. Sólo al haber eyaculación puede haber embarazo 
De forma natural, el pene al ponerse erecto segrega líquido seminal que lo prepara para la penetración, el cual contiene espermatozoides. Es así que al entrar el órgano a la vagina llevará espermas que, en los días fértiles de la mujer, pueden fecundar al óvulo, aun sin haber eyaculación. De modo que lo indicado es utilizar condón si no se conoce el ciclo menstrual de la pareja, o que ella utilice algún otro método anticonceptivo; ¡claro!, siempre y cuando no se contemple un embarazo en el futuro inmediato. 


5. La circuncisión debe ser obligatoria 
Si bien es cierto que la piel (prepucio) que cubre a la cabeza del pene (glande) cumple la función de protegerlo en la infancia de posibles ataques de virus que deriven en infecciones, y más adelante en enfermedades de transmisión sexual, no hay un consenso entre los especialistas médicos de que deba ser retirado definitivamente mediante la llamada circuncisión. 
Lo cierto es que se ha comprobado que tanto los intervenidos como quienes no lo han sido son igualmente candidatos a enfermedades infecciosas o venéreas si no guardan las precauciones debidas. 

La decisión de practicar la circuncisión, a adultos deberán consultarse con el urólogo.

6. Los medicamentos para disfunción eréctil son afrodisíacos
En años recientes se ha incrementado la popularidad de los fármacos para el tratamiento de disfunción eréctil, los cuales dirigen su acción únicamente a los llamados cuerpos cavernosos del pene, donde inhiben a una enzima (fosfodiesterasa V) que inhabilita el mecanismo de erección, logrando como resultado que ésta pueda mantenerse por más tiempo. Ahora bien, lo anterior no quiere decir que la sustancia médica provocaría francamente el deseo sexual a quien no lo tiene, ya que éste se desarrolla en el cerebro y no en el órgano viril.
La experiencia científica señala que si un varón, gracias a los medicamentos mencionados, mejora su función sexual alterada por problemas de erección, también mejorará su deseo sexual, aunque sea en forma indirecta, elevando considerablemente su autoestima. 


7 Eyaculación es sinónimo de orgasmo 
Un muy alto porcentaje de los varones consideran que el fin de toda relación íntima es el coito o penetración, a través del cual obtendrán un orgasmo que les generará placer. Bien, pues varios sexólogos han comprobado que el autocontrol en la respiración aumenta la intensidad de un orgasmo y puede prolongarlo sin que haya eyaculación.
Quienes con mayor conocimiento llevan a la práctica lo anterior son los seguidores del Tantra, milenaria doctrina procedente de la India cuya meta es el autoconocimiento del individuo. Por supuesto que esta muy respetable disciplina dirige todo su objetivo al bienestar general del ser humano, donde el aspecto sexual es sólo una parte de ello. 
Partiendo de la premisa de que el cuerpo humano es “un templo sagrado”, el hombre tantrista aprende a esperar y a llevar a cabo el encuentro amoroso sin apresuramiento, haciendo especial énfasis en la relajación corporal y el control de la respiración, es decir, desacelerar y profundizar conscientemente el ritmo de inhalación y exhalación, lo cual tiene importante impacto en el control de la eyaculación. De esta forma puede efectuar movimientos ligeros, armónicos y con ritmo agradable, lo que conduce a una relación sensual y prolongada, haciendo más estrecha la unión entre la pareja.
8 Los hombres no tienen punto G 
Desde la década de los 60 del siglo pasado se denominó punto G femenino a un residuo de tejido que se forma desde el embrión, localizado en la pared frontal de la vagina, circundado por terminaciones nerviosas y sensibles. Su popularidad desde entonces se debe a que sabiéndolo estimular dicho tejido puede producir enorme excitación que en algunos casos se traducirá en prolongada cadena de orgasmos. 
La mejor manera de estimular el mencionado punto es tocándolo o bien al tener una penetración profunda en la vagina, pero por detrás, haciendo que el pene tenga mayor contacto con la pared anterior del órgano femenino. 


Bien, pues en años recientes se ha hablado de que el varón también cuenta con un punto G, igualmente de sensibilidad extrema que puede ser estimulado para desencadenar orgasmos. En realidad se trata de la próstata, glándula que cumple importante función biológica, principalmente en la etapa reproductiva, ya que genera el líquido seminal que protege y transporta a los espermatozoides en la ruta que éstos siguen hasta el útero femenino durante el coito (penetración). 
La estimulación en el hombre igualmente puede hacerse mediante el tacto a través del ano, desde donde se puede guiar un dedo a través de la pared frontal de su recto, aproximadamente 5 centímetros, hasta notar pequeño abultamiento en forma de nuez, el punto G masculino. Como se puede imaginar, no todos los varones están dispuestos a gozar la experiencia. 

9 La sexualidad se extingue con la edad 

De acuerdo a investigaciones científicas, el hombre alcanza su mayor vigor sexual entre los 30 y 35 años de edad, tendiendo a declinar posteriormente. La explicación a lo anterior es que después de esa edad suelen hacerse presentes problemas de salud que incidirán en la salud sexual del individuo, tal es el caso de diabetes, hipertensión y padecimientos del corazón, entre otras. Mire usted, por ejemplo, los altos niveles de glucosa en sangre (diabetes) alteran el buen funcionamiento del sistema circulatorio en general, del cual depende el mecanismo de erección del órgano reproductor masculino; es así que descuidos en el tratamiento de esta enfermedad pueden provocar disfunción eréctil. Sin embargo, debemos enfatizar que lo anterior no se presenta en todos los hombres y que los padecimientos que se han mencionado pueden ser controlados y, en consecuencia, también los trastornos sexuales que de ellos se derivan. 



10 Siempre tienen ganas
Edward Laumann, profesor de Sociología en la Universidad de Chicago  asegura que los hombres piensan en sexo al menos cinco vez al día. Pero eso no quiere decir que estén dispuestos a tenerlo a cada momento.Que es todo sicologuico u hormonal






11 Sexo es sinónimo de erección
En el libro "The New Male Sexuality", el sexólogo Bernie Zilbergeld asegura que éste es un típico mito fácilmente desterrable. En muchísimas culturas se practica sexo con la mano, la boca y otras partes del cuerpo, sin siquiera tocar el pene. La erección, dicen, no es la única forma para el hombre de alcanzar el placer


12 No les gustan los juguetes


Al parecer no es así, sexólogos aseguran que del 20% al 30% de las parejas sexuales utilizan juguetes como esposas o vibradores que le dan "pimienta" a la relación sexual y están dentro de lo que se considera sexo saludable.

Sexualidad es un campo muy amplio que nunca se terminara de  explorar
Según investigadores, el terreno de la sexualidad tanto masculina como femenina está lejos de ser completamente conocido. Las actitudes en derredor del sexo cruzan factores críticos y complejos como son la cultura, los lazos sociales, los afectos, la moral y hasta la fe religiosa.








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