¡Deja que tus manos lo hagan todo!
Con estas técnicas tu amante llagará al clímax y querrá más, más y más...
Hemos hecho mucho hincapié que tener un encuentro íntimo no sólo se trata de la penetración, y que en la mayoría de las ocasiones las chicas son las que necesitan mayor estimulación para poder llegar a un orgasmo; no obstante, complacer a los chicos también resulta satisfactorio para ellas, pues de esta forma pueden darse cuenta qué es lo que más le gusta a su pareja y sabrán de lo que son capaces de provocar en él.
Así que hay que tomar el sexo manual como un preámbulo de lo que podría ser una de las noches más excitante y placenteras de tu vida. Un juego sexual previo en el que las manos sean tu mejor arma de seducción, y que lo lleven a sentir tanto placer que no quiera parar durante toda la noche...
Literal, ¡Pongamos manos a la obra!
Con los siguientes trucos
El uso de lubricante puede ser un gran aliado para llevar a cabo la masturbación, pues con este “ingrediente” él podrá sentir diversas sensaciones placenteras.
Deja que se recueste en la cama y que se relaje, colócate sobre él y con suavidad coloca un poco de lubricante en su pene y comienza a mover tus manos de arriba hacia abajo en forma lenta pero firme, que se sienta cómodo y que no sepa hasta dónde lo harás llegar…
La clave para que pueda sentir un placer extremo que lo haga gritar y gemir, es que durante la masturbación varíes el ritmo y presión sobre su miembro. Tú sabrás con la expresión de su rostro en qué momento acelerar o contener un poco su excitación para que su placer se prolongue
Una de las partes más sensibles del pene son la corona del glande (la parte que une a la punta con el miembro) y el frénulo (en la parte inferior del miembro), por lo que acariciarlos y estimularlos periódicamente será muy placentero para él.
Puedes usar tus dos manos para duplicar el placer; solamente forma un círculo con tu otra mano y muévela hacía abajo mientras juegas con sus testículos.
Un punto importante es que durante la sesión de sexo manual, le preguntes a tu chico si se siente bien, qué movimiento es el que más le gusta y qué tanto lo está disfrutando; obvio de una forma sexy, que tus palabras y tono también te ayuden a que él llegue al clímax.
Después de esa placentera y excitante masturbación, tu chico estará más que complacido, por lo que la recompensa para ti podría ser mucho mejor…
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